viernes, 7 de agosto de 2020

Las clases universitarias durante la pandemia: copyleft, creative commons y aula invertida

Sin necesidad de llegar a la deep web o a la internet profunda, uno encuentra que, si es que ha generado y compartido información, ésta puede llegar a lugares impensados. Dicho esto, realicé una búsqueda empleando sólo google como motor de búsqueda y encuentro muchas presentaciones de mis clases y conferencias colgadas en repositorios académicos (eso es bueno), en repositorios de intercambio (ya no tan bueno) y en repositorios "oficiales" mostrándose "canibalizada" la presentación original. Sea cual sea el caso, sin respetar derecho de autor y en el último caso genera un correo de protesta a la universidad cuyo site lo aloja.

Este es un tema que vamos a abordar prontamente en nuestro Departamento Académico, pero adelantaremos algo. ¿Como un docente puede resguardar su producción académica?

Haciendo una revisión muy rápida encuentro a los copy (right y left) y creative commons [1][2] que con sus variantes pueden ser empleadas. Sin embargo, la pregunta siguiente se ha escuchado con mucha insistencia en los corrillos universitarios ahora cuando SUNEDU [3]  establece lineamientos para la educación no presencial que debe supervisarse en aquellas instituciones educativas de educación superior que han virtualizado sus clases: ¿porque tengo que colocar mis presentaciones en una web para darle acceso a mis estudiantes? Y se basa en la propiedad intelectual y el riesgo de copia. Y tienen razón, pero no es excusa para dejar de compartir el material de las clases. Es motivo "para ponerse a derecho". Es oportunidad para que nuestros docentes tengan en claro que el conocimiento es un bien social y que su construcción solamente está sustentada cuando produce un cambio en la comunidad.

La situación actual ha obligado a cambiar el proceso de enseñanza en la universidad. La modalidad no presencial a través de sesiones virtuales (dinámica o sincrónica) y el empleo de una zona documental y de gestión (estática o asincrónica) debe motivar la creatividad del equipo docente para contrarrestar la modorra de sesiones largas, los problemas de conectividad (producto del acceso a señal de internet o a las condiciones tecnológicas de los actores del proceso), la inexperiencia en el empleo de estos escenarios, principalmente. No es solo cambiar el aula física por el "aula virtual". Es cambiar la estrategia educativa y que, en muchos casos, permite acercarse con medios de modelaje o simulación a las sesiones presenciales prácticas. Yo diría incluso con alguna ventaja.

Una de esas estrategias se conoce como "aula invertida" [4]. Es decir, la sesión sincrónica (en plataforma de videoconferencia) sirve para complementar, discutir, evaluar, o generar actividad a partir de temas que previamente han sido compartidos con la anticipación debida en la parte asincrónica (en plataforma de gestión educativa, campus o aula virtual). En nuestra Facultad esa es la intención y así se han desarrollado nuestras guías para el docente y estudiante relacionadas con la enseñanza no presencial.

Para mi gusto, una buena estrategia y una buena experiencia. Y si las cosas se toman con seriedad, debería ser una estructura educativa que llegó para quedarse y que abona positivamente en mucha de nuestra oferta académica cuya propuesta puede ser mejorada aplicando estas estrategias y metodologías.

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